Termina el día, me tumbo en la cama, apago la luz, me pongo a pensar, es agradable hablar con él, es bonito tenerle entre tus brazos, besar su boca y acariciar su nuca. Piensas en el día, en que, aunque haya sido poco tiempo junto a él, te lo has pasado bien, en que ha sido un día redondo o perfecto, como lo quieras llamar. Doy vueltas en la cama, no me puedo dormir, tengo mi mente ocupada, pienso en tí, más vueltas, enciendo el móvil, cojo mis cascos y me pongo música...
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