miércoles, 11 de julio de 2012

Mo.

Me llaman Mo y vivo todos los días del año, que aun no he cumplido, en el sitio más bonito del mundo, a mi ojos claro... Es un pueblo al pie de los Montes de Toledo llamado San Pablo de los Montes, yo exactamente vivo en una estancia, que hay un kilómetro más arriba del pueblo, llamada Baños del Sagrario, es un lugar extraño, es extraña la calma que se puede llegar a alcanzar allí dentro, lo que se puede desconectar. Y mira que yo soy tan solo un gato y que de esas cosas no entiendo pero se ve a la legua que los seres que acuden allí a pasar unos días desconectan de todo, se relajan y sobre todo se divierten...
Lo peor de estar aquí es cuando llegan esos seres diabólicos y pequeñitos de campamento, si a esos a los que un par de monitores armados de paciencia tienen que soportar durante una semana y manejarlos. Que trabajo mas duro ¿no? Aguantar a un grupo de veinte niños cada cual más pintoresco y cada cual más bicho, pero eso si, lo que tiene de duro lo tiene de bonito, tiene que ser precioso sentir que esos niños te quieren, volver a verlos por segunda vez allí, emocionados por empezar de nuevo un campamento y darte cuenta de que lo hiciste inolvidable y por ello están allí de nuevo o que simplemente que con sus sonrisas de oreja a oreja diarias te lo digan todo.
Bueno que me despisto de lo que quiero contar, yo duermo, bueno solo cuando me dejan las pequeñas fieras, en la recepción de este lugar. Cuando mi madre me tuvo me abandonó y desde entonces una monitora, de la cual jamás he sabido su nombre me ha cuidado, obviamente ya no lo hace, he crecido... Ella me puso mi nombre, "Mo" que significa gato en chino, y en muchos momentos ha sido una madre para mi.
Soy una gata algo pequeña para mi edad, negra y blanca y cuando las fierecillas me cabrean mucho cumplo aquello que dicen los seres humanos de: pequeña pero matona.
Me gustan mucho las noches, es el momento más tranquilo en el que los únicos que andan por allí después de las doce son los monitores atareados por no saber que harán al día siguiente o por hacerle una novatada al de prácticas, muchas veces he pensado que si fuera humana me gustaría ser como ellos.
Por las noches me acerco sigilosa a pasear por la piscina o simplemente a disfrutar sentada sobre las escaleras de un edificio donde todos los pequeños seres se meten a eso de las doce y no vuelven a salir hasta la mañana siguiente, debe de ser donde duermen ellos, porque si no, no me explico que harán tanto tiempo allí.
A veces, sin que ellos se enteren, bajito, muy bajito les doy las buenas noches a todos, monitores y pequeños diablos, porque en el fondo siempre los cojo cariño y ¿qué serían los días sin la emoción de huir de ellos?


3 comentarios: